Visas como puentes, no muros

09 de Abril de 2018 7:37pm
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Visas como puentes, no muros

Si volcamos la mirada a los informes sobre turismo de los últimos años los números revelarán una verdad tácita: cada vez son más las personas que se desplazan de un lugar a otro en todo el mundo. 

Con 1.322 millones de turistas internacionales en 2017, según el último Barómetro OMT del Turismo Mundial, otra realidad se posiciona frente a los gobiernos nacionales: “las barreras para viajar no están haciendo a los países y a las personas más seguros, sin embargo, si ponen freno al crecimiento económico, al trabajo, la creación y la tolerancia entre países”.

La era de la movilidad aparece como una oportunidad única para muchos países de beneficiarse de la industria de T & T sin dejar de garantizar la seguridad de las fronteras y los ciudadanos.

Según la edición 2017 del Informe de Competitividad en Viajes y Turismo, en 2016, el 58% de la población mundial debía obtener una visa antes de viajar, lo cual representa un avance frente a los números de 2008, cuando el 77% de la población mundial tuvo que solicitar una visa tradicional.

Más adelante se señala que de manera general, la gran mayoría de los países – aproximadamente 85%- han reducido, al menos parcialmente, la carga de obtener una visa de turismo en los últimos dos años.

Esto contrasta con el progreso realizado en la política comercial. Solo, alrededor de la mitad de los países evaluados por la Competición de Viajes y Turismo Index (TTCI) mejoró sus barreras comerciales, no arancelarias; mientras que el total de medidas proteccionistas en 2009 ascendía a 1000, en 2015 el número rondaba cerca de las 7000. El memorándum sobre competencia insiste en que “para continuar apoyando el crecimiento esperado en los viajes internacionales durante las próximas décadas, es necesario seguir mejorando los marcos de políticas e innovar la forma en que las personas se mueven a través de las fronteras internacionales.” Si de innovar se trata, en un mundo cada vez más mediado por las TIC, el Informe de fronteras digitales 2017 del Foro Económico Mundial presenta una visión del futuro donde los requisitos para viajar se evalúen en función de las personas y no mediante el sistema del país de origen.

Si bien en las últimas décadas, hemos visto avances tecnológicos que revolucionan las comunicaciones y el transporte en todo el mundo, los expertos refieren que ha faltado volcar la inventiva tecnológica al sector de viajes y turismo, aun cuando pueden hacerse. En esta era digital, se pueden y deben crear soluciones tecnológicas para cambiar el sistema mundial de frontera física a frontera digital, concuerdan estudiosos.

Desde la identificación digital y la autenticación biométrica, hasta los traslados sin dificultades a los aeropuertos, la palabra "digital" debería estar en el centro de todos los viajes.

Finalmente, el informe prevé un mundo en el que los viajes serán más seguros para millones de personas, ya que las organizaciones de inteligencia y seguridad tendrán mejores herramientas, inteligencia y datos para llevar a cabo su trabajo de extrema importancia de manera más eficiente y eficaz.

Ahora bien, si diéramos rienda suelta a las nuevas luces habría que reparar sobre otros conceptos igual de importante en este era tecnológica: ¿dónde quedaría la protección de datos personales?

Basándonos en los principales hallazgos del Informe de fronteras digitales 2017 del Foro Económico Mundial, aquí mostramos siete maneras de hacer que los viajes sean más seguros:

1. Incrementar la inteligencia y el intercambio de información.

2. Proporcionar información anticipada de los viajeros.

3. Convertir a los viajeros en parte de la solución.

4. Usar normas biométricas armonizadas mejoradas.

5. Expandir los acuerdos multilaterales.

6. Lograr una aplicación y una tarifa únicas.

7. Cambiar a un proceso digital.

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