Uruguay apuesta por el turismo relgioso

31 de Agosto de 2016 1:59pm
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Uruguay apuesta por el turismo relgioso

Uruguay apuesta por agregar sus misiones jesuíticas a su variada oferta turística, y conectarlas con una ruta internacional que abarque Bolivia, Brasil, Argentina y Paraguay, declaró el director del Ministerio de Turismo uruguayo, Carlos Fagetti, durante una reunión con operadores turísticos en Asunción para fomentar esa propuesta.

Las misiones jesuíticas son un conjunto de poblaciones con viviendas, plazas y templos fundadas por sacerdotes jesuitas para evangelizar a poblaciones indígenas en estos cinco países en los siglos XVII y XVIII, cuyas estructuras son consideradas monumentos en la actualidad.

Fagetti definió las misiones como 'producto turístico de alta calidad, con un fuerte valor patrimonial', en las que confluye tanto el turismo religioso, como el de tipo cultural, y se conjugan trabajos arqueológicos y de investigación con la restauración de los restos arquitectónicos.

'Las misiones son un producto muy genuino porque rescatan lo que son las tradiciones de nuestros países, rescata patrimonio, saberes, artesanía, que son los mismos en los cinco países', afirmó.

En Uruguay se conservan las misiones jesuíticas de la Calera de las Huérfanas, edificada hacia 1741 en el departamento de Colonia (suroeste), y de Nuestra Señora de los Desamparados, construida en la misma época en el departamento de Florida (centro-sur).

Ambas formaban parte de una red de estancias de cerca de 400.000 hectáreas cada una, que abastecían de carne a la región y sustentaban un sistema educativo basado en la producción agropecuaria, declaró Fagetti a Efe.

Las misiones son ahora el eje para delinear una ruta turística trasnacional, un objetivo en el que se concentraron hoy autoridades turísticas de Uruguay, Paraguay y la provincia argentina de Misiones, junto con operadores turísticos, representantes de aerolíneas como Alas Uruguay y Amaszonas, y empresas de transporte de pasajeros como EGA, que buscan mejorar la conectividad regional.

En el caso de Uruguay, las misiones representan una oportunidad para diversificar la variada oferta turística del país, que con 3,3 millones de habitantes, recibió en 2015 a 2,9 millones de turistas, según Fagetti.

En este país, los ingresos vinculados al sector turístico representan un 6,5 % del producto interior bruto (PIB), y es el sector que genera mayor cantidad de mano de obra directa.

Uruguay ofrece desde turismo de sol y playa en balnearios de la zona este, hasta turismo de congresos, pasando por el turismo de naturaleza, el enoturismo o el turismo LGTB, agregó el director turístico.

Detalló que los esfuerzos del sector turístico se concentran en ofrecer un equilibrio entre el desarrollo del turismo y la conservación de la naturaleza, así como en ofrecer exoneraciones de impuestos a los turistas extranjeros para lograr precios competitivos en la región.

También están centrados en la promoción de bienes como la ciudad de Colonia del Sacramento (sur) o el complejo industrial del Frigorífico Anglo en Fray Bentos (oeste, frontera con Argentina), ambos declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Por su parte, la misiones jesuíticas, que se extienden, además de por Uruguay, por zonas del norte de Argentina, el sur de Brasil y Paraguay y el sureste de Bolivia, han sido reconocidas como Patrimonio Cultural del Mercosur.

Las misiones funcionaron hasta que en 1767 el rey Carlos III de España ordenó la expulsión de los jesuitas de todos los territorios bajo dominio español, una medida que pronto fue replicada por Francia y Portugal.

Con la salida de los religiosos, muchos guaraníes regresaron a la selva, o bien se trasladaron a las poblaciones cercanas, donde ejercieron como albañiles y artesanos, gracias a los conocimientos que habían adquirido en las misiones, explicó a Efe Olga Fisher, presidenta de la Cámara Paraguaya de Turismo de las Misiones Jesuíticas.

'En las misiones se llevó a cabo un emprendimiento imposible para la época: la utopía de que los guaraníes tuvieran un mismo nivel de vida que los jesuitas, que tuvieran sus casas y derecho a la educación', afirmó.

Con información de EFE

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