Sueño sobre rieles

Cuentan que llegó a la ciudad en 1908 y casi medio siglo después se despidió de esta tierra como aquel que se marcha a otros parajes sin la esperanza del regreso; sin embargo, cuando hasta las calles se disponían a olvidarlo, el viejo anhelo sobre rieles se devela como obsequio a Santiago de Cuba, para evocar añejos tiempos con expresiones de modernidad.

Ya restaurado, el antiguo tranvía espera por la consolidación del plan de trazado de las vías. Cuándo ocurrirá, es una interrogante que se impone, pues muchos deseamos su presencia en las arterias citadinas.

Julio Yanes Castellano, especialista principal del Centro Territorial de Infraestructura Ferroviaria, arroja luz sobre la incógnita.

“Actualmente se está en la fase de preparación y organización para acometer el primer tramo, que debe comenzarse en el presente mes. Esa ejecución debe durar de dos a tres meses por ser la más complicada, ya que los raíles se encuentran ubicados en la zona más baja de la ciudad; por lo que es proclive a inundaciones en época de lluvia”.

De trazos y criterios rectores

En tres tramos se fracciona el trazado de esta nueva alternativa para el transporte santiaguero:

“El primero se extiende desde el sitio donde está enclavado el reloj de la Alameda hasta el crucero de San Antonio, el segundo, desde la Avenida de San Antonio hasta la de los Pinos y el tercero, desde esta misma arteria hasta el entronque de la Universidad de Oriente”, explica Bernardo Madrazo González, subdirector general de la Empresa Provincial de Transporte.

El monto estimado para el trayecto inicial del tranvía es de 2,1 millones de pesos, según declaraciones de Madrazo González. Aún así, la posibilidad de aprovechar las líneas del antiguo ferrocarril en el tercer tramo y de recuperar las que se encuentran bajo el asfalto en los dos primeros, contribuirá a disminuir el precio de la inversión y a culminar la obra en menor tiempo.

Al término de la primera etapa constructiva, comenzará a prestar servicio un coche motor, al que se le añadirán dos remolques, realizados en talleres ferroviarios de Matanzas, una vez materializado todo el proyecto.

Beneficios de la obra ingenieril

“Desde el punto de vista de la factibilidad estamos ante una inversión rentable que ayudará a transportar a un mayor número de personas y mejorar la situación del transporte urbano”—refiere el subdirector provincial de esta esfera.

Por otra parte, Julio Yanes agrega que “por estudios efectuados se conoce que el tráfico de personas desde los Altos de Quintero hacia la zona de Altamira es intenso y con este medio se aliviará esta situación en un trayecto donde no existe actualmente ruta de ómnibus”.

En 1952 se despedía el tranvía de Santiago de Cuba. Cuando la urbe todavía celebra el medio milenio, regresa con nuevos aires para atestiguar nuevas historias en sus travesías. La ciudad sorprenderá otra vez con un proyecto novedoso; se dotará de un atractivo que cautivará a los que visiten nuestra tierra y que a su vez significará un aporte cardinal al transporte público en el territorio.