Santiago de Cuba, cinco siglos de una combinación única

La llaman la tierra caliente, famosa por sus carnavales, por convertirse cada año en capital del Caribe, por resguardar en lo más alto del cerro de Maboa, a 27 kilómetros de la ciudad, a la Virgen del Cobre, patrona de Cuba. Fue fundada en 1515 entre las primeras siete villas de Cuba y, sin dudas, es ella, Santiago de Cuba, una de esas ciudades de las que no te puedes desprender.

Quizás sea su armónica combinación entre historia, arquitectura, cultura y tradiciones, o lo espectacular de un paisaje natural montañoso que te sorprende a cada instante, pero Santiago es una de las provincias más espectaculares de Cuba. Cuna del son y del bolero, de grandes músicos como Sindo Garay, Eliades Ochoa, Compay Segundo, caminar por sus calles es adentrarse en el pasado colonial de la urbe y gozar de un calor que no tiene comparación con el que puede sentirse en el Occidente del país.

En Santiago uno puede conocer calles tan llamativas como Padre Pico, ubicada en la antigua loma  de Corvacho, o respirar la vida cotidiana de la calle Enramadas, la más popular y transitada; pero también conviven en ella lugares únicos como la majestuosa catedral de Santiago de Cuba, la primera mina de cobre a cielo abierto ubicada en el poblado de El Cobre o el Museo Bacardí, el primero de su tipo en territorio nacional.

¿Y qué decir del conocido Valle de la Prehistoria o del Castillo San Pedro de la Roca, declarado por la UNESCO en 1997 como Patrimonio de la Humanidad?

Gran parte de la rica historia nacional convive en esta urbe: el Cementerio de Santa Ifigenia, el Cuartel Moncada, la Granjita Siboney. No fue casual que el Papa Benedicto XVI ofreciera una misa en esta provincia durante su estancia en Cuba, en marzo de 2012.

La antes capital de Cuba, la tierra caliente de Santiago, en 2015 cumplirá 500 años de su fundación por Diego Velázquez, cinco siglos de una ciudad que guarda tradiciones, cultura, historia y que no puedes dejar de conocer si visitas Cuba.