Perpetuar la tradición ajedrecística en Cuba

23 de Noviembre de 2015 8:21pm
editor
Perpetuar la tradición ajedrecística en Cuba

Con el objetivo de potenciar la práctica y el desarrollo del ajedrez en Cuba, se efectuó este 19 en el Hotel Habana Libre Tryp, de esta capital, el I Torneo Abierto de Partidas Blitz, con la participación de los Grandes Maestros (GM) Leinier Domínguez y Lázaro Bruzón.

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   Al respecto, Francisco Martínez, funcionario de la Embajada de España en la Isla y artífice de dicha iniciativa, comentó a Excelencias News Cuba que, “poder compartir y enfrentarse a estos GM constituye un acicate para cualquier aficionado al deporte ciencia, como lo sería para aquellos seguidores del fútbol el hecho de compartir y jugar con Cristiano Ronaldo y otros grandes jugadores”.

   Además de Domínguez y Bruzón, se dieron cita en la instalación hotelera, para asistir al torneo organizado por el metodólogo provincial Alberto Lázaro Mardomingo, los GM Isán Otiz, Yusnel Bacallao, Aryam Abreu, Luis Manuel Pérez, entre otros participantes con categorías de Maestros FIDE e Internacional, quienes compartieron con niños y jóvenes.

   Igualmente, prestigiaron el novel certamen con su presencia el embajador de España en Cuba, señor Juan Francisco Montalbán, varios miembros de la Federación Cubana de Ajedrez, encabezados por su titular Carlos Rivero y Gerardo Lebredo, rector del Instituto Superior Latinoamericano de Ajedrez.

   Pese a la poca divulgación, y para sorpresa de los organizadores, más de 200 personas, entre aficionados y jugadores, se dieron cita en el Salón de Embajadores de la referida instalación, en jornada conmemorativa del aniversario 127 del natalicio del legendario José Raúl Capablanca.

   Los festejos transitaron también esta fecha por la celebración del Día de la Cultura Física y el Deporte en la Isla y el Día Internacional del Ajedrez, instituidos en honor al extraordinario jugador antillano, cuyo homenaje estuvo retribuido por los 128 competidores que tomaron parte en la justa.

   Martínez, también activista de este deporte, manifestó su satisfacción ante la respuesta de los presentes a la convocatoria, así como también por la presencia del nieto de Capablanca, Raúl Miguel, quien acompañado de su madre se mostró esperanzado por el buen futuro del ajedrez cubano.

   “Francisco contribuye de esta manera a la masificación de la disciplina, sobre todo porque vienen muchos muchachos, de los cuales pudieran salir en un futuro ganadores de torneos importantes y hasta campeones mundiales, quién sabe”, aseveró Capablanca.

   Precisamente, Raúl Miguel reveló su anécdota del por qué no siguió los pasos de su abuelo, pese a gustarle el ajedrez, debido a que decidió acatar los designios de su padre, quien le prohibió jugarlo por la presión que ese gran nombre suponía para su bienestar y el de la familia.

   “Le hice caso y no seguí, quizás él tenía razón, a lo mejor yo tenía que hacer otra cosa, no sé, pero como niño al fin le hice caso a mi padre y no continué, solo seguí su consejo”, dijo con cierta nostalgia.

   Este primer torneo de partidas blitz no fue producto de la casualidad, precisamente Martínez aprovechó su hechizo por el ajedrez para aglutinar a responsables, entendidos y jugadores, en pos de crear un escenario donde pudieran compartir los amantes de este deporte en Cuba.

   “La iniciativa se empieza a gestar en septiembre. Logré hablar con Luis Basterra –director general del Hotel Habana Libre Tryp- para que nos facilitara un espacio aquí al menos una vez por semana, y a principios de septiembre me concedió esta posibilidad, que quedó pactada para todos los viernes de cada mes, a cuya cita inicial solo asistimos unas 15 o 20 personas, y ya hoy tenemos más de un centenar”, aseveró.

   Basterra, por su parte, argumentó lo brillante que le pareció la idea de “apoyar en su principio todo lo que supone el ajedrez. Sabemos que es un deporte muy unido a la cultura, y este hotel está también muy vinculado a ese sector” y a la historia, porque allí vio la luz en 1962 el Torneo Internacional Capablanca in Memoriam, por iniciativa de Ernesto “Che” Guevara, certamen que retornó este año al hotel luego de varias temporadas de ausencia para celebrar su edición número 50.

   Asimismo, comentó que la ciudad “adolece de espacios donde jugar, debido a problemas con la logística y demás, por lo que esta es una oferta que favorece su práctica, sobre todo en el centro de La Habana, con fácil acceso, lo cual también anima a la gente”.

   En este sentido, Martínez igualmente hizo un llamado para aunar esfuerzos en pos de rescatar el prestigioso Club Capablanca y los espacios de encuentros que contaban los aficionados, como la capitalina Sala Kid Chocolate, que el tiempo, situaciones económicas que afectan al país y, por qué no, también la desidia han dejado al olvido.

   Sobre todo, si a decir de Francisco, “al hablar de Capablanca, mucha gente se sitúa en Cuba; y Cuba, es conocida en muchos sitios por la figura de Capablanca; y ese precisamente es el mensaje que se quiere transmitir con este tipo de encuentros semanales: perpetuar la figura de Capablanca y el ajedrez en la Cuba”, sentenció.

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