Los rones, esencias de Cuba

17 de Marzo de 2014 12:09am
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Los rones, esencias de Cuba

El ron es una de las expresiones más genuinas de la identidad cultural cubana. Su amalgama de sabores combina la dulzura de la caña de azúcar con tradiciones y conocimientos legendarios. La legitimidad que ha conquistado en los escenarios internacionales ha conferido a la isla un prestigio incuestionable.

Por eso, Cuba Ron cada vez desarrolla y perfecciona más su producción con bebidas acordes a las altas expectativas de los consumidores del mundo. Sus cuatro productos nuevos así lo confirman.

Elíxir 33, Carta Blanca Extra Viejo, Isla del Tesoro y Santiago Siglo y Medio –los dos primeros de la marca Cubay y los otros de la marca Santiago de Cuba- son las propuestas más recientes de la corporación, presentadas a directivos y comerciales del Ministerio de Turismo, Cubanacán, Palmares e Islazul en el Restaurante 1830 de La Habana.

El maestro de ron cubano, César Augusto Martí Marcelo, uno de los siete especialistas de este tipo existentes en la nación, explicó que actualmente Cuba Ron es el productor original de estas bebidas, porque en su carpeta cuenta con las marcas líderes de oriente, centro y occidente y, además de haber sido el guardián del ron cubano durante años, garantiza hoy la continuidad de sus tradiciones.  

“Para ello cuenta con los principales recursos materiales y humanos del ron de siempre, que descansan en las condiciones naturales y en las formas de hacer el ron que caracterizan a los cubanos, en las generaciones de maestros roneros que han sido capaces de transmitir todo ese legado a las nuevas generaciones”, señaló.

Por su parte, el presidente de la corporación, Juan González Escalona, destacó la importancia de promover las historias vinculadas a cada marca y ron en específico, en aras de mostrar los valores simbólicos y culturales que encierran.  

Acerca de las novedades, Martí Marcelo puntualizó que las cuatro ofrecen testimonio de un proceso de añejamiento natural, del esmero en el cuidado de los barriles y de una sabiduría centenaria.    

Elixir 33

Elixir 33 no es exactamente un ron, sino un licor, que se realizó pensando en el gusto de las mujeres, con la intención de mantener viva la tradición de elíxires en Cuba y de rendir tributo a distintos sucesos y figuras de la historia universal, pues, además de ser el grado de concentración alcohólica, el 33 del nombre responde a la edad que tenía Fidel Castro cuando triunfó la Revolución Cubana y a la de Jesús cuando fue crucificado.  

Sobre sus propiedades, César Augusto Martí comentó que es un producto con una coloración ámbar muy bella, hecho a base de ron añejo con compuestos afrutados, que le dan un toque achocolatado muy distintivo y una elegancia que lo diferencia del resto de los elíxires que existen en Cuba.

Su aroma y sabor es suave, frutal, permanente, y permite apreciar la presencia del ron ciento por ciento añejo y natural, así como otros matices muy interesantes que nos recuerdan a frutos del trópico.

“Pudiéramos decir que es una sinfonía de sabores en boca, que al tragar se desdobla y nos da un toque ligeramente amargo que recuerda al chocolate”, precisó.

Cubay Carta Blanca Extra Viejo

El Carta Blanca Extra Viejo, nuevo ultra premium de Cubay, supone la máxima expresión de los rones blancos cubanos, a juicio del expositor.

Se trata de un producto de coloración ambarina clara, con un matiz verdoso, para rememorar la caña de azúcar, y está conformado por mezclas de rones muy longevos, que van desde 7 hasta 15 años de envejecimiento, pero mantiene la coloración que identifica a los rones blancos cubanos.

“Su aroma es impresionante, muy complejo, sólidamente integrado y puede perdurar más de 24 horas en copa seca, mientras que su sabor es suave, frutal, muy limpio y no irrita”, especificó el maestro.
 
Asimismo, apuntó que no presenta golpe alcohólico cuando se inhala profundamente.

Isla del Tesoro

El Isla del Tesoro, ultra premium de la marca, es una propuesta con una historia fascinante, vinculada al curso del proceso revolucionario cubano, pues Fidel Castro solía ofrecer este ron como regalo de cortesía a presidentes amigos que visitaban el país en las décadas del sesenta, setenta y ochenta. Sin embargo, ahora comenzará a comercializarse por primera vez y con la misma presentación que siempre ha tenido.

La botella, que simula la arena en su exterior, viene guardada dentro de un cofre de maderas preciosas, en alusión a los tesoros que buscaban los corsarios y piratas que asediaron a Cuba, especialmente a Santiago de Cuba, durante los siglos XVI y XVII. Además, trae un pergamino con recetas que se pueden preparar a partir de esa bebida.    

Martí Marcelo subrayó que “es de coloración ámbar intensa, con un toque rojizo, y lo caracteriza una gran limpieza y brillantez”.

“Es resultado de mezclas y añejamientos sucesivos de esas mezclas en barricas seleccionadas, que han estado sometidas a varias etapas de añejamiento en barriles seleccionados y celosamente custodiados por los maestros roneros del oriente del país durante muchos años”, agregó.  

En cuanto a su aroma y sabor, el Isla del Tesoro recuerda la vainilla, el café, el cacao, el chocolate. Es francamente dulzón, como todos los rones cubanos, por proceder de la caña de azúcar, y puede perdurar más de 24 horas en copa seca.  

“No se busca ningún golpe fuerte a madera, sino una evolución que nos traslade a diferentes sabores”, aclaró el maestro ronero, y añadió que “al tragar se percibe una sensación muy agradable, nada de astringencia, nada de picor, nada de amargor”.

Santiago Siglo y Medio

El producto Santiago Siglo y Medio es una obra extraordinaria, también ultra premio, realizada solo en conmemoración del 150 aniversario del nacimiento del ron ligero en Cuba y, por ello, considerada “la memoria viva del ron cubano” y “una cosa del más allá”.  

“Es una producción exclusiva, que la máxima dirección de la corporación ha querido hacer de manera particular para resaltar la supremacía del ron cubano y la cuna del ron ligero ante el mundo”, explicó el experto.   

Su coloración resulta muy peculiar, es de un ámbar intenso, que recuerda la caoba, y lo distingue una limpieza y brillantez únicas, como evidencias de su natural añejamiento.

En lo referente a su aroma, César Augusto Martí comentó qué es “extremadamente complejo, pero a la vez muy sólidamente integrado”, y sobre su sabor acotó la similitud que guarda con la melaza, la vainilla, la madera, el tabaco, el caramelo.

“Los rones y aguardientes que están en esa mezcla final han sido envejecidos naturalmente. No hay elementos artificiales, no hay extractos de nada. Esta es, pudiéramos resumir, una verdadera obra que apuesta a la verdad y demuestra la fortaleza del ron cubano”.

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