Lenta y difícil investigación sobre nueva tragedia de Malaysia Airlines

19 de Julio de 2014 12:03am
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Lenta y difícil investigación sobre nueva tragedia de Malaysia Airlines

Las milicias prorrusas seguían el sábado en el centro de las denuncias por la caída el jueves en el este de Ucrania de un avión de Malaysia Airlines que volaba de Ámsterdam a Kuala Lumpur con 298 personas a bordo. Gobiernos y organizaciones piden una investigación internacional "abierta, transparente e independiente", mientras las difíciles condiciones de la zona, debido al conflicto interno ucraniano, dificultan las pesquisas en el sitio del desastre.

Expertos internacionales arribaron al área luego de que los separatistas permitieran el acceso para los trabajos de recuperación e investigación correspondientes.

Según reportes, varios funcionarios, principalmente de la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa, llegaron al lugar del desastre, entre las localidades de Rozsypne y Hrabove, a unos 40 kilómetros (25 millas) de la frontera con Rusia, y pudieron realizar una breve inspección del sitio, en medio de un ambiente hostil por la presencia de rebeldes.

La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) confirmó que su equipo llegó en helicóptero a la escena cerca de la localidad de Grabovo, en la región de Donetsk, donde se encuentra la mayor parte de los restos del Boeing 777 de Malaysia Airlines.

Fuentes de la organización indicaron que el grupo está formado por 30 miembros de la misión especial de observación desplegados en Ucrania, y admitió que aunque no son investigadores, sí “reunirán los hechos y darán seguimiento a la situación en la zona”.

El portavoz de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, Michael Bociurkiw, dijo a CNN que “el perímetro no es seguro en lo absoluto. Parecían haber puesto un poco de cinta hasta donde estábamos, pero por lo demás es muy fácil para cualquier persona, de verdad, caminar por allí y manipular evidencias o residuos. Así que hay una gran cantidad de trabajo por hacer".

Entretanto, persisten los cruces de acusaciones entre el gobierno central de Kiev y los separatistas prorrusos, la Casa Blanca insistía en la tesis del derribo del avión con un misil tierra-aire lanzado por las milicias, y analistas preguntan por qué la aerolínea malasia continuaba sobrevolando Ucrania pese a que otras compañías ya evitaban esas rutas debido al conflicto interno.

Malaysia Airlines, por su parte, ha reiterado que el corredor que seguía el vuelo siniestrado estaba considerado seguro por las autoridades aeronáuticas internacionales, y negó que la decisión de tomar esa ruta se debiera al ahorro de fuel.

"La Organización Internacional de Aviación Civil y los países por cuyo espacio aéreo pasaba el avión aprobaron la ruta del vuelo MH17", declaró en Kuala Lumpur el ministro malasio de Transportes, y señaló que “en las horas previas al incidente, otros aviones de pasajeros de varias compañías emplearon la misma ruta”.

El espacio aéreo ucraniano siempre ha sido una ruta muy utilizada para los vuelos entre Europa y Asia y su desvío supone un aumento del tiempo de vuelo y de los costes de combustible.

Los restos del avión se esparcieron por varios kilómetros cuadrados en la campiña, en los alrededores del pueblo de Grabove, en el este de Ucrania, cerca de la línea del frente entre separatistas prorrusos y fuerzas gubernamentales.

En la zona, trabajadores de emergencia y mineros de carbón locales recorrían el viernes los pastizales recuperando restos de los ocupantes del avión.

Las operaciones para recuperar los cuerpos podrían dilatarse debido en parte a problemas técnicos y sobre todo porque se realizan mientras las fuerzas ucranianas y rebeldes siguen enfrentándose. Fuertes combates se reportaron a menos de 100 km del lugar el viernes.

Entre los pasajeros del vuelo MH17 había 173 holandeses, 43 malasios, 28 australianos y 12 indonesios, incluidos 80 niños.

Muchos de los pasajeros iban camino a la conferencia internacional AIDS2014, en Melbourne, Australia, entre ellos uno de los mayores expertos mundiales en SIDA, Joep Lange.
 

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