La Tormenta del Caribe

29 de Enero de 2015 8:03pm
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La Tormenta del Caribe

El Grupo Excelencias le propone conocer acerca de la atleta santiaguera Ana Fidelia Quirot, especialista en 400 y 800 metros planos. Dedicada al atletismo desde los doce años y fue bautizada como “La Tormenta del Caribe”.

Era una niña y ya se presumía que iba a ser una gran deportista. Su profesor de Educación Física en Palma Soriano, municipio santiaguero del cual es hija esta gloria del deporte cubano, vio en ella una atleta de alto rendimiento y no se equivocó.  Ana Fidelia Quirot en muy poco tiempo se convirtió en “La Tormenta del Caribe”.

Cada una de sus victorias es fruto de la disciplina y perseverancia que tuvo durante toda su carrera profesional, que la hicieron merecedora de varios metales en los juegos que asistió representando el atletismo cubano y así se puede constatar en su historial.   

Con solo veintitrés años, en septiembre de 1986, se convirtió en la reina de los II Campeonatos Iberoamericanos de Atletismo, celebrados en La Habana, donde consiguió las medallas de oro en los 400 y 800 metros, aunque ya contaba con la experiencia internacional de los XIII Juegos Centroamericanos y del Caribe, efectuado en Colombia, donde conquistó el primer lugar en la modalidad del relevo de 4 x 400.

En el mes de enero de 1993 Ana Fidelia sufrió graves quemaduras de segundo y tercer grado en el 38 por ciento de su cuerpo como consecuencia de un accidente doméstico. Cuando la noticia se supo todo el pueblo estuvo pendiente de su evolución; el líder histórico de la Revolución Fidel Castro Ruz la visitó en el hospital “Hermanos Ameijeiras”.

Esta vez, la carrera que tuvo que enfrentar fue larga y de mucha disciplina pero como buen ejemplo de mujer santiaguera salió victoriosa, incluyendo las veintiuna operaciones quirúrgicas a las que fue sometida para lograr mayor elasticidad en las diferentes partes del cuerpo que estaban dañadas.

Luego de esta proeza de la medicina cubana “La Tormenta del Caribe” vuelve en noviembre de 1993 a los carriles de 800 metros planos para obtener medalla de plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Puerto Rico, pero lo más importante fue la ovación del público que le obligó a dar una vuelta triunfal a la pista.

Posteriormente, en 1995, se presenta en el Campeonato Mundial de Atletismo en Gotemburgo, Suecia y gana medalla de oro, proclamándose campeona en los 800 metros planos con un tiempo de un minuto 56.11 segundos. La lista parece ser interminable, pero tal vez este premio nos de una dimensión más exacta de la destacada atleta. En cuatro oportunidades los medios de prensa especializados la reconocieron como la mejor deportista de Latinoamérica y el Caribe, éstos le fueron otorgados en 1989, 1991, 1995 y 1997  respectivamente.

En la actualidad participa en eventos de veteranos y glorias del deporte, además en relaciones públicas en el centro de la Federación Internacional de Atletismo Amateur (IAAF) con sede en Cuba. También es madre de dos pequeños Carla Fidelia de la Caridad y Alberto Alejandro, quienes aseguran, son sus más grandes tesoros.

Desde 1960 cada 23 de marzo el almanaque suma un año más de vida a esta deportista santiaguera que es acreedora de varios reconocimientos como cinco veces campeona del Grand Prix desde 1987 hasta 1991, también fue seleccionada como la atleta más destacada de Cuba en los años 1987, 1988, 1989, 1990 y 1991 y por otra parte, fue distinguida con el trofeo de la Comunidad Iberoamericana, entregado por los Reyes de España, como la mejor deportista del área en  1988 y un año más tarde como mejor atleta femenina a nivel mundial. En el año 2003 fue registrada en el Salón de la Fama del Atletismo de Centroamérica y el Caribe, también le fue otorgada la Medalla de la Dignidad y la condecoración Orden al Mérito Deportivo.

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