La mítica Ryanair pierde altura
Desde que despegó en 1985, Ryanair subió sin cesar hasta convertirse en la aerolínea más rentable del mundo por su continua reducción de costes, pero el paro laboral en seis países europeos que canceló 150 vuelos este viernes marca un descenso de impredecibles efectos.
El paro pudo ser mayor. En principio la empresa admitió que serían 190 las naves que se quedarían en tierra. A última hora, sin embargo, el Ministerio de Fomento de España –una de las más afectadas- fijó la obligatoriedad de servicios mínimos, a pesar de la protesta sindical.
“De esta manera, más del 92% de los 2 400 vuelos de Ryanair programados para este viernes no se verán afectados por la huelga”, informó la aerolínea.
Los pasajeros con vuelos programados para este viernes se enfrentarán a otro día de incertidumbre.
La huelga a escala europea del personal de Ryanair que afectará a más de 30.000 pasajeros en España, Bélgica, Holanda, Portugal, Italia y Alemania.
Según la firma Airhelp el paro puede costarle a la aerolínea el desembolso de más de 8,4 millones de euros en compensaciones en tan solo un día.
En España, la aerolínea deberá operar todos los vuelos nacionales con orígenes o destinos insulares.
Además, Fomento también fijo porcentajes obligatorios del total de vuelos peninsulares e internacionales, tal como dispuso durante un paro semejante en julio pasado.
El regateo salarial del personal de cabina, apoyado por la Unión Europea que reconoce su justeza, pone una nota de desencanto en la novelesca historia del empresario irlandés Tony Ryan, quien fundó la poderosa compañía aérea de hoy con un avioncito de hélice de 15 plazas.
Su pretendido espíritu libertario, al plantearse quebrar el control de los vuelos entre Londres e Irlanda ejercido por British Airways y Aer Lingus, se desvanece en las agrias disputas con empleados que reclaman respeto a las leyes laborales vigentes.
Ryanair es la aerolínea de bajo coste que realiza más viajes en Europa, con más de 1500 rutas y 87 bases.
Ryan debe buena parte de su gloria al genio empresarial de su actual CEO, Michael O'Leary, quien sacó a la compañía de una virtual quiebra en 1991 y logró hacerla rentable de nuevo.
O'Leary viajó a Estados Unidos y estudió el modelo operativo de la exitosa “low cost” Southwest Airlines.
Según expertos de la industria aérea, descubrió que el secreto de las tarifas bajas estaba en muchas frecuencias diarias por avión, supresión de la clase business y de servicios a bordo como comidas, bebidas y prensa.
Su gestión permitió a Ryanair celebrar en 1995 su X aniversario con 2,5 millones de pasajeros transportados.
A partir de ese momento, la aerolínea amplió y modernizó su flota. En 1998 adquirió 45 nuevos Boeing 737-800. Apoyada en las nuevas tecnologías impuso una agresiva reducción de costos.
En el 2000 estrenó su página en Internet desde la que emprendió la venta directa de billetes a los pasajeros, a menor precio que sus competidores, al eliminar el pago comisiones de las agencias de viajes.
Un año después el 75 % de las ventas se hacían a través de la web, y actualmente esta cifra es del 98 %.
También marcó pauta al introducir el billete electrónico en todas sus rutas y dejando de emitir billetes de papel.
La apertura de un centro de operaciones en España –que ya apuntaba a ser el mayor destino turístico del mundo- le permitió plantearse la transportación de más de 19 millones de pasajeros entrantes y salientes en el país ibérico, desde cinco bases en ese territorio.
Sin embargo, ya desde entonces comenzaron sus conflictos. En noviembre de 2010 Ryanair fue sancionada por conducta temeraria hacia sus trabajadores por la Inspección de Trabajo de España, tras una denuncia sindical, puesto que la empresa no registraba a sus trabajadores trasnacionales, infracción que está tipificada en la ley española como muy grave.
La compañía ha sido criticada y denunciada en numerosas ocasiones por presuntas prácticas en perjuicio de los usuarios y contrarias a la legislación, según recuerdan medios hispanos.
Entre las prácticas denunciadas figuran: admitir únicamente reclamaciones en inglés, ignorando otras lenguas oficiales en los países en los que opera; no pagar compensaciones por cancelaciones de vuelos, aún estando obligada por ley; cobrar por facturar equipaje cuando la primera maleta ya está incluida en el precio del billete.
En ocasión de la huelga que enfrenta Ryanair este viernes, las autoridades competentes españolas recordaron que "la compañía aérea deberá adoptar todas las medidas necesarias para garantizar de forma estricta y rigurosa los derechos de los pasajeros afectados".
Aproximadamente 1 800 empleados de Ryanair en España participan en el paro, que se realiza paralelamente a los anunciados por tripulantes de cabina en otros cuatro países: Portugal, italia, Holanda y Bélgica.
En los dos últimos, la convocatoria se extiende además a los pilotos de la aerolínea.
Ryanair opera en la actualidad más de 1 800 vuelos diarios desde 76 bases distintas, conectando 200 destinos de 31 países.
Según la cifra más reciente disponible (abril de 2016) Ryanair contaba con una flota de casi 400 Boeing 737NG, que se ampliaría tras la entrega pendiente, prevista hasta finales de 2017, de unos 140 nuevos aparatos del mismo modelo y de 100 del más reciente 737MAX-200.
En marzo de 2018, la media de edad de la flota de Ryanair era de 6,8 años.
La expansión fuera de Europa llevó a Ryanair –por medio del Grupo Irelandia- a convertirse en 2016 en el mayor accionista de Viva Colombia, la aerolínea de bajo costo de Colombia, de la cual hasta la fecha erá accionista a partes iguales con el GRUPO IAMSA, el Grupo Bolívar Colombia y el Grupo FAST.
A pesar de su probada eficacia en volar cada vez más lejos, más alto y a menores precios que sus competidores, todo indica que algunas piezas claves del engranaje de Ryanair se resiten a “pagar el pato”, mientras ante cada nuevo vuelo cancelado, los usuarios afectados pueden concluir “que lo barato sale caro”, y hacerle perder altura.