José Soler Puig: gran novelista santiaguero

24 de Octubre de 2014 8:23pm
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José Soler Puig: gran novelista santiaguero

El Grupo Excelencias le propone acercarse a la vida y obra de José Soler Puig, uno de los más notables narradores cubanos del siglo XX, considerado representante de la novela surgida con la Revolución.

Nació en Santiago de Cuba el 10 de noviembre de 1916 y murió el 30 de agosto de 1996, a la edad de 78 años.

Este gran novelista alcanzó prestigio literario a partir de la novela Bertillón 166 que expone las angustias del pueblo santiaguero en momentos de la tiranía de Batista, la cual, obtuvo el premio Casa de las Américas 1960. Ha sido traducida a más de diez idiomas y en Cuba tuvo cuatro ediciones.

El jurado estaba formado por cinco notables escritores, entre ellos Alejo Carpentier, quien dijo: “Di mi voto a Bertillón 166 porque, en ese libro, se revela un auténtico temperamento de novelista”.

El pan dormido (1975), otras de las grandes de Soler Puig, dibuja el ambiente en Santiago de Cuba en la época de Machado. De esta Mario Benedetti dijo: "Es uno de los ejemplos más estimulantes de cómo las técnicas de vanguardia son compatibles con una comunicabilidad y una fluidez que permiten al lector introducirse y sentirse en el mundo novelesco, como si este fuera su propia casa".

Autor de una breve pero densa producción narrativa, entre la que se encuentran títulos como En el año de enero (1963), El derrumbe (1964), El caserón (1976) -hasta su muerte insistió que fue el mejor de sus libros- El nudo (1983), Un mundo de cosas (1983, Premio de la Crítica), Ánima sola (1986) y su última novela Una mujer -se la dedicó a su compañera de toda la vida, Chila.

Su azarosa andadura profesional le llevó primero hasta Guantánamo, y poco después a la Isla de Pinos, donde trabajó en una fábrica de aceite de coco. Más tarde se instaló en Gibara (en la provincia oriental de Holguín), hasta que, en 1959, logró afincarse en La Habana y comenzó a escribir guiones para la radio y el cine.

Colaborador asiduo en numerosos medios de comunicación como Cúspide, Carteles, Lunes de Revolución, El Caimán Barbudo, Galería, Taller Literario y Cultura'64, en los que pronto se ganó una bien merecida fama de intelectual.

Asimismo, adquirió un cierto prestigio como dramaturgo merced a sus guiones y a algunas piezas teatrales que se estrenaron con éxito en su ciudad la natal, como la titulada El macho y el guanajo, llevada a los escenarios por el Conjunto Dramático de Oriente.

Este narrador, dramaturgo, guionista cinematográfico y radiofónico cubano, también se desempeñó en numerosos oficios para ganarse la vida como jornalero, vendedor ambulante, cortador de caña, pintor de brocha gorda, recogedor de café y billetero.

Era controvertido, en ocasiones ríspido, afectuoso, consejero, crítico, irónico, laborioso y destacó que debía recordársele "como un auténtico escritor, un hombre sincero y entrañable, y como un revolucionario cabal que desde su mocedad luchó por la igualdad social y la plena independencia patria".

Entre sus reconocimientos estan la Distinción por la Cultura Nacional (1981), la Orden Félix Varela de Primer Grado (1982), la Distinción Raúl Gómez García, el Escudo de la Ciudad de Santiago de Cuba y el Premio Nacional de Literatura (1986).

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