Formosa al natural: propuesta de ecoturismo en Argentina

31 de Mayo de 2012 9:36pm
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Formosa al natural: propuesta de ecoturismo en Argentina

La provincia de Formosa, situada sobre el margen noreste de Argentina, alberga en su interior numerosos tesoros verdes que esperan aún ser descubiertos. Lejos de los paquetes turísticos más comercializados, esta región litoraleña ofrece al viajero un circuito ecológico alternativo en el que es posible descubrir una sorprendente biodiversidad.

Caracterizada por la presencia de numerosos cursos de agua y un clima subtropical húmedo -que permite visitas durante todo el año- Formosa también oficia como límite natural del vecino país de Paraguay.

La riqueza ambiental y cultural que posee esta provincia le permitió convertirse en un destino turístico diferente. Son protagonistas en estas tierras formoseñas, los espacios naturales y áreas protegidas que resultan de gran atracción para chicos y grandes. Es allí donde habitan numerosas especies en peligro de extinción y donde se fomenta el especial cuidado del medio ambiente. Un circuito de aventura que incluye a la Reserva Natural Formosa, la Laguna Oca y la Reserva de Animales Silvestres Guaycolec.

Iniciativa conjunta

Una de las primeras paradas de este itinerario ecológico lleva al viajero hasta el denominado Centro de Rescates Guaycolec. Un espacio destinado al cuidado de animales en cautiverio, ya sea por haber sido secuestrados, confiscados o intercambiados con otros zoológicos y reservas del país. Iniciativa en la que trabajan tanto entidades privadas como el estado provincial.

Esta área protegida, se sitúa al este de la provincia de Formosa y forma parte de la región más conocida como el Gran Chaco. La reserva dista apenas 25 kilómetros de la ciudad Capital y el ingreso se realiza sobre la RN 11, una arteria de vital importancia para el Mercosur.

El sitio de preservación ambiental ocupa unas 150 hectáreas con una selva en galería sobre el riacho Pilagás, que aporta sus aguas para esteros y lagos internos en los que habitan peces, yacarés y aves acuáticas, entre garzas, flamencos y cigüeñas.

La zona es ideal para la navegación en botes y piraguas. Y desde los senderos especialmente diseñados para las visitas, se aprecia también una amplia cantidad de especies, tanto de flora como de fauna, que serán toda una novedad para el viajero, con la particular ventaja de estar a muy escasa distancia.

La visita a esta reserva suele ser una excursión diaria, en tanto, existe una completa zona de acampe y servicios para quienes desean pasar varias jornadas en plena naturaleza. El recibimiento lo hace el guardaparque del área, que además guía al recién llegado por las zonas más atractivas y se encarga de transmitir todas las particularidades que hacen de este sitio un espacio bajo protección.

En el territorio, 50 hectáreas fueron destinadas a la instalación de jaulas y corrales, en las que se practica la cría de animales en semicautiverio, algunos de ellos en vías de extinción como aguará-guazú, guacamayo,  gato montés y moitú. También habitan en esta área monos tití del Amazonas, tucanes, búhos, papagayos, tatú mulita, tapires, jabalíes, yaguaretés, pumas, tigres y leones africanos.

El espacio que ocupa la reserva fue cedido hace más de 20 años por una empresa ganadera denominada Pilagá S.A., y el gobierno provincial fue el encargado de la ejecución de este interesante proyecto, en el que también participan integrantes de la Fundación local ECO. Además de actividades educativas, se brindan en esta área charlas y disertaciones sobre la importancia del cuidado ambiental.

En lo que respecta a la vegetación, aparecen especies como quebracho colorado, algarrobo, ibirapitá,  tatané, espina corona, ombú, timbó, guayaibí y palma blanca, entre muchas otras. En el estrato medio se observan arbustos, como cocú y ñangapirí; mientras que en el inferior, sabanas de espartillares y pajales.

Al límite

Otro de los destinos protagonista de este circuito silvestre por la provincia de Formosa, es la Reserva Natural homónima, situada al suroeste del territorio, a unos 60 kilómetros del límite con Salta. Un espacio circundado por el riacho Teuquito y el río Bermejo, que la separa también de la provincia del Chaco.

Se trata de unas 10 mil hectáreas protegidas desde 1968, integradas por selvas en galería, costas de río y arroyo, así como un sector de la zona árida chaqueña. Una reserva a la que se ingresa por la RN 81, luego de haber transitado más de 450 kilómetros desde la capital provincial de Formosa en dirección a la localidad de Ingeniero Juárez, que oficia como sede de servicios e infraestructura.

En esta zona formoseña abundan las sequías en invierno y las lluvias en verano, lo que obliga a las especies a una especial adaptación para la subsistencia. Pese a estas condiciones extremas, existe una importante diversidad florística que incluye bosques abiertos con quebracho blanco y colorado, palo santo, mistol, guayacán, palo cruz, palo amarillo, algarrobo blanco, mora, palo bolilla y caspi zapallo, entre otros.

En cuanto a la fauna que habita esta región al suroeste provincial, se destaca la existencia del tatú carreta, que llega a pesar más de 60 kilos, y encuentra en esta reserva quizás el último reducto natural donde se le brinda protección. Se observan además pumas, carpinchos, antas, pecaríes, osos hormigueros y meleros, y abundantes especies de aves, entre bandurrias, cigüeñas, chajaes, chuñas, garzas y águilas.

Interés mundial

De regreso a la ciudad Capital, el viajero apreciará a través de la RN 81 el Vía Crucis más largo del mundo. Un circuito de fe, adicional a este recorrido ecológico, en el que se visitan 14 cruces diferentes -distantes entre 40 y 50 kilómetros unas de otras- que fueron levantadas en 1997 por iniciativa de Monseñor Raúl Marcelo Scozzina, el primer Obispo de Formosa.

Según los lugareños, el proyecto tiene su raíz en las “miserias y dolencias” percibidas por el religioso en un recorrido por este camino que se extiende desde el límite con Salta hasta la capital provincial. El circuito convoca multitudes cada año para Semana Santa y supera en total los 500 kilómetros, dato que le permitió a Formosa ingresar en los récords del Libro Guinness.

Pesca, avistaje y paseos náuticos

La última parada en la ciudad Capital, lleva al viajero hasta la Laguna Oca, una reserva de biósfera con más de 10 mil hectáreas bajo protección y una completa biodiversidad. A la espera de ser declarado de interés mundial por la UNESCO, el sitio invita a internarse en el corazón de este espejo de agua a sólo 15 minutos de lancha. También en vehículo es posible acercarse hasta las riberas para mejores panorámicas.

A la vera del río Paraguay, la reserva se extiende al sur del trazado urbano de Formosa y ofrece al visitante salidas de canotaje, safaris fotográficos y los días más cálidos jornadas de playa. La particularidad de esta zona brinda también para los amantes del pique áreas de pesca de corvinas, dorados y surubíes.

Dato útiles

-El ingreso a la Reserva Guaycolec es libre y gratuito, de martes a domingos de 7.30 a 17.30.

-En la ciudad Capital se ofrecen diversas excursiones: City tour histórico; paseos náuticos por el río Pykysyry; expediciones al Bañado La Estrella; y visitas a comunidades aborígenes.

-Las opciones de alojamiento en la ciudad de Formosa varían entre U$S 42 y U$S 80. Los campings ofrecen alternativas más económicas.
 

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