Entrevista a Ing. Juan Vela Ruiz, Vicepresidente de Hoteles Velas

22 de Febrero de 2015 1:44pm
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Entrevista a  Ing. Juan Vela Ruiz, Vicepresidente de Hoteles Velas

En su visita a Madrid tuvimos oportunidad de compartir con el Ing. Juan Vela y conocer más detalles de la interesante historia de los Hoteles Velas y de proceso de crecimiento de esta empresa mexicana.

Antes de entrar en la parte de hotelero nos gustaría hablar un poco más sobre el señor Juan Vela persona. ¿Qué hacía usted y cuáles eran sus sueños antes de tener estas propiedades? ¿Cómo llegahasta ese punto?

- Totalmente por accidente. Hace 25 años fuimos a Vallarta a hacer unos condominios y venderlos. Nuestro negocio principal era el desarrollo de vivienda, con la mala o buena suerte que no pudimos vender todo porque hubo una depresión importante en los Estados Unidos y tuvimos que aprender hotelería. Llegamos a la hotelería por accidente, afortunadamente, porque es un maravilloso negocio. Por eso estamos ahí.

Usted desarrolla los proyectos con su hermano. ¿Cómo es trabajar con un hermano? Tendrá puntos positivos y a veces imagino que también es complicado.

- Mucho más los positivos que los negativos. Desde pequeños estuvimos juntos en muchas cosas. Yo en 1980 me fui a trabajar con él, en la parte de vivienda. En el ‘89 abrimos Velas Vallarta y un par de años después él se regresó a Tampico, nosotros somos de Tampico, y yo ya me quedé en Vallarta. De ahí seguimos creciendo a Nuevo Vallarta, a Riviera Maya y próximamente, no sé qué tan próximo, a Los Cabos.

Ustedes empiezan con el hotel Velas Vallarta, que está en la Marina de Puerto Vallarta, ¿en qué año abren ese hotel y cuál es el concepto que tienen?

- En el ´89. Afortunadamente cuando lo diseñamos tenía todas las características de un hotel, no las características de un condominio, porque tenía un lobby como si fuera un hotel, desde el interior de la propiedad parece un hotel y no un condominio, tiene áreas comerciales, etc. Eso fue lo que nos ayudó para poder comercializarlo como hotel y no nada más como condominio. ¿Qué ventajas tiene?, que es un producto que tiene una, dos y tres recámaras, es un producto ideal para familias, y es lo que nos ha hecho tan exitosos.

¿Ustedes están haciendo la parte de tiempo compartido en Velas?

- Sí, en Velas nada más. Es una muy buena manera de entrar y tener vacaciones por 20, 25 años, a un costo muy bajo porque lo que hacemos con la gente que compra tiempo compartido es que le damos el precio que le damos al mayorista o sea, el descuento que obtiene es considerable. Tenemos una base de clientes muy fieles, gente con la mejor palabra que ha estado con nosotros desde hace  20, 25 años, y seguimos en Velas Vallarta comercializando la parte de tiempo compartido.

Después fueron con Gran Velas, en Riviera Nayarit.

- Cuando iniciamos ese concepto, en Velas Vallarta teníamos una deuda enorme cuando abrimos el hotel. A base de mucho esfuerzo salimos de esa deuda en siete u ocho años, y ya estábamos empezando a ver qué hacer porque ya estábamos inmersos en hotelería. Cuando decidimos diseñar un hotel elegimos el concepto de Todo Incluido, pero como hay tanta competencia en el Todo Incluido, empresas enormes que tienen productos por todos lados del mundo, decidimos meternos en un nicho en el que no estuviera nadie y lo que buscamos fue lujo.

Lo primero que hicimos fue ver quién era el mejor de los mejores y buscamos estar mucho más arriba de sus estándares. Entonces tomamos varias decisiones. Una, el tamaño de las habitaciones, todas las hicimos suites y todas tienen de 100 metros cuadrados en lo adelante, lo cual ya nos hace muy diferentes porque cualquiera que quiera competir con nosotros necesita entrar con una nueva marca y ese tipo de concepto.

Lo siguiente que hicimos fue mucho negocio de Todo Incluido, con  gran énfasis a la parte
entretenimiento, shows y ese tipo de cosas. Nosotros, como queríamos ser lo mejor de  los mejores, pensamos que la única manera de ser competitivos en ese espacio, era tener un show tipo Las Vegas.

Para eso necesitas cinco mil cuartos, así que por ahí no iba el asunto. Lo que hicimos fue irnos al área culinaria. Cuando tú sales de vacaciones lo primero que haces es escoger destino, luego escoges el hotel y a lo que más le dedicas tiempo es a la comida. Por ahí empezamos. Hicimos una mezcla de cuatro ingredientes: primero lo que llamamos nosotros
“restaurante todo el día”, que es un restaurant casual, pero tiene menú si lo prefiere y tiene buffet.

Nuestro buffet es muy amplio,  tenemos 5 cocinas calientes y una fría, no se repite la comida, y eso es porque tenemos muchos chef y ellos compiten para ver quién hace mejor las cosas, entonces hay muchísima variedad, los platos nunca se repiten.

De ahí pasamos al concepto de “restaurante de noche”, que es llevarte de la playa a un restaurante de ciudad, a un restaurante de una capital del mundo y para poder llegar a eso necesitas tres ingredientes: uno, que el diseño del restaurant sea competitivo con el de cualquier lugar del mundo; dos, que tengas muy buenos chef, afortunadamente en México hay muy buenos chefs; y tres, el más importante siendo Todo Incluido, es el presupuesto. Entonces nosotros pusimos esos tres ingredientes juntos para lograr un menú muy amplio, con características similares a cualquier restaurante de cualquier capital del mundo y eso es lo que nos ha hecho tan exitosos con ese concepto.

El tercer punto es el servicio a cuartos. Le damos servicio suite, que es un servicio 24h, 7 días a la semana, con un menú tan extenso como lo puedes encontrar en un Four Seasons o Ritz Carlton, presentado en un carro caliente, con mantelería, los platos muy bien presentados, de la máxima calidad.

Finalmente está el servibar, que en el concepto de Todo Incluido tiene tres cervezas y dos Cocas. Nuestra idea es totalmente diferente. Ponemos un servibar como el que te vas a encontrar en un hotel, pero que te lo cobran y acá es mejor. Al llevar a mis hijos de vacaciones y abrir la puerta del cuarto del hotel, lo primero que hacían mis hijos era “¿puedo, puedo?”, señalando el servibar, y les decía “por ningún motivo, dime qué quieres y yo te lo compro”; porque te vale cinco veces más. Acá, sobre todo los niños se dan unas empachadas.

Recuerdo que una cliente nuestra, una tour operadora, llegó con su hija de alrededor dos años y medio. Como las habitaciones son muy grandes se durmieron en la cama y en la noche se despierta y no ve a la niña. Estaba espantada, cuando de repente ve una lucecita, estaba abierto el servibar y la niña se estaba atascando de chocolates.

Entonces, esos son los ingredientes que componen nuestro servicio culinario. Aparte, aunque no esté incluido el precio, nuestra clientela espera que tengas un extraordinario spa. Cuando abrimos en Riviera Nayarit, creamos el mejor spa  de Latinoamérica y cuando abrimos en Riviera Maya, Virtuoso nos calificó como “Best of the Best” en 2010. Ellos escogen un spa de todo el mundo cada año y a un año de haber abierto ya nos nombraron “Best of the Best”.

Esos son los ingredientes que componen nuestro producto. Claro que lo más importante no es eso, lo más importante es el servicio y ambos Gran Velas son Leading Hotels of the World, que nos da ciertas características especiales, ciertos estándares. Nos pusimos en la mente ser 5 diamantes de la triple A, ambos hoteles lo son. Nos propusimos ser Virtuoso, ambos hoteles lo son.

Tuvimos la fortuna de que Forbes hiciera, no sé cómo, un artículo que se llamó The Ten Coolest All Inclusives in the World y ambos Gran Velas fueron nombrados entre the top ten. Eso depende del servicio, no tanto de las instalaciones. Hay una cultura de servicio en la empresa que es lo que creo que nos da mayor valor, más que los inmuebles.

Después ustedes van a Riviera Maya y me interesa de esa propiedad todo el tema de la ecología, todo el proceso que tuvieron que pasar para el respeto al medio ambiente y que ha sido un gran aprendizaje para otras propiedades.

- Cuando llegamos hicimos un proyecto con un asesor que nos recomendaba qué hacer. Presentamos un proyecto que era una especie de U, quedaba encerrada una parte de mangle, no utilizaba más que un 5 o 10 % de la superficie y creíamos que así estaba bien, la SEMARNAT lo rechazó, afortunadamente.

Entonces hicimos otro proyecto en el que realmente tocábamos nada más el 5% del mangle, un muy buen proyecto que estuvo a punto de ser autorizado cuando sale la nueva ley de no tocar el mangle. Fue un via crucis. Nosotros le dijimos a las autoridades que estábamos dispuestos a mover el hotel hacia el frente, para que no tocara mangle y batallamos mucho. Demoramos un año y medio para sacar el proyecto.

Finalmente, por mucha insistencia a la Secretaria de Turismo, que fue quien nos ayudó más, nos llamaron y preguntaron si estábamos dispuestos a hacer un proyecto sin que tocáramos mangle y estuvimos de acuerdo. Así lo hicimos y fuimos el primer proyecto autorizado por la SEMARNAT con la nueva ley del mangle.

En un principio no entendimos la importancia del mangle. Cuando empiezo a ver otras propiedades cercanas, que hicieron lo mismo que nosotros pero dejaron encerrado el mangle y luego lo tumbaron, lo entendí. Entonces ahora tenemos cerca de 36 hectáreas de mangle. Mayakoba, por ejemplo, que está al lado de nosotros, presume mucho de la parte ecológica, y en realidad a ellos les aprobaron un proyecto en el que el campo de golf y los canales están dentro del área de mangle. Ahora no aprueban un proyecto de esos. Como quiera que sea, utilizaron un 50% del área de mangle. El nuestro es 0%. Junto con eso y al momento de entrar a esa dinámica, empezamos a buscar no nada más en ese hotel, sino en los cuatro, alternativas diferentes. Por ejemplo, tenemos paneles solares para calentamiento de
agua en todos los hoteles, en Riviera Maya tenemos una planta de tratamiento de aguas negras, que no la ves, pues tiene pasto arriba, es lo mismo que usan en las plataformas marinas, la última tecnología.

Siempre hemos tenido un servicio de aire acondicionado que es la punta de la tecnología, un equipo Mitsubishi, de Japón, que no oyes, el consumo de energía eléctrica es la mitad, recuperas el agua, y la metes al agua que tratas para riego.

En Riviera Maya tenemos nuestra propia desalinizadora, tratamiento de aguas negras que usamos para riego. En toda esa zona se han perdido las dunas, elemento importante para conservar la playa; nosotros hicimos una duna artificial, con rellenos de arena,  que del nivel normal, subimos alrededor de 3m. Después pusimos unos arrecifes artificiales como a 150m de la playa, con un estudio muy extenso, que también fue aprobado por SEMARNAT.

Entonces recuperamos entre 30 y 40 m de ancho de playa, la altura de la playa está como a metro y medio de cómo estaba. Esto como funciona es: primero viene la ola, pierde la fuerza y deposita arena.

Eso va haciendo crecer la playa. Cuando soplan vientos del norte o del sur, normalmente esa arena se va y al tener una duna se retiene. Entonces es así como vas formando una playa artificial-normal. Los arrecifes artificiales, como están hechos a base de concreto, van acumulando vida y en un tiempo son arrecifes llenos de todo tipo de animalito.

Hemos participado desde hace muchos años en el programa de rescate de tortugas. Yo creo que Velas Vallarta es uno de los más antiguos. Siempre andamos buscando alternativas diferentes para generar energía que sean menos agresivas con el medio ambiente.

¿Van a estar en otros sitios de México o fuera de México?

-A corto plazo nos gustaría estar en Los Cabos, ya lo tenemos pensado hace más de 2 años. Espero que este año podamos comprar una propiedad y en los próximos dos estar abriendo en Los Cabos.

¿Y fuera de México tienen al menos sueños?

-Sí, lejanos. Nos gusta tomar las etapas conforme se van dando. Dedicamos toda la energía cuando abrimos un producto nuevo a lograr la calidad que necesita, entonces somos prudentes en el crecimiento, no crecemos en varios lados al mismo tiempo, no tendríamos la capacidad para atenderlo.

¿Cómo es el porcentaje de visitantes?

-Es mayor el extranjero, aunque el mexicano es alto. Una proporción importante en nuestro negocio son las convenciones, tanto de grupos de incentivo como de negocios, creo que más o menos el 30% en los Gran Velas. Casa Velas es mucho más individual y creo que tendrá un 60% de extranjero. Velas Vallarta es mucho más familias, tiempo-compartido, socios nuestros. Creo que un 70% es extranjero. Riviera Maya es donde tienes un poco más de porcentaje  que no sea estadounidense y canadiense, como empezamos en este negocio apenas con esos mercados, como un 35% ha de ser mexicano y el resto extranjero.

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