El Quijote Negro del Caribe

22 de Agosto de 2014 2:18am
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El Quijote Negro del Caribe

Muchos lo conocieron como el Quijote Negro del Caribe, su entrañable amigo Joel James Figarola decía su "fina estampa" (alto, delgado, frente despejada y barbilla incipiente) lo asemejaba físicamente con el último de los caballeros andantes, pero su quijotismo incorporaba, no sólo virtudes del Quijote original (desinterés, valentía, defensa de los humildes y desheredados de la fortuna), sino también de su fiel escudero Sancho  (modestia, lealtad, realismo, sentido del humor,  picardía...).

Cuando Cos Causse abrió los ojos al mundo la vida le guardaba indelebles regalos, pero el más especial, fue la poesía. El verso afilado sin importar temática, la palabra acertada en el momento correcto y un lirismo natural caracterizó su obra poética.

De su pluma salieron poemarios como Con el mismo violín (1970), El último trovador (1975), Las canciones de los héroes (1975), De antaño (1979), Las islas y las luciérnagas (1981), Leyenda del amor (1986), Como una serenata (1988), El poeta también estaba en la fiesta (1999) entre otros que lo hicieron convertirse en uno de los poetas más importantes de la segunda mitad del siglo XX cubano.

La poesía para el Quijote Negro del Caribe era vida, compañía permanente, una forma diferente de vivir pues le brotaba de cualquier parte del cuerpo como un manantial.

No solo fue la poesía, el periodismo también fue otra pasión en la vida de este santiaguero fabuloso, legendario, conversador, incansable ante la geografía santiaguera y el intenso calor que abraza durante todo un año a naturales y visitantes.

Sus crónicas tenían espacio fijo en las páginas del diario- en aquel entonces- Sierra Maestra de la provincia, amén de las publicaciones en otros medios nacionales y extranjeros que conocieron de la excelencia de su prosa. Cos escribía y recreaba con el más mínimo detalle su literatura, a la vez que le imprimía el sello de lo santiaguero y caribeño.

Como poeta y periodista fue distinguido en más de una ocasión. Entre sus reconocimientos están acreedor de la placa José María Heredia, la réplica del machete de Máximo Gómez, distinción por la Cultura Nacional y la medalla Raúl Gómez García.

Por otra parte, fue vicepresidente de la UNEAC en Santiago de Cuba, miembro de la UPEC y de la Sociedad Cultural José Martí y en el extranjero fue Miembro de Honor de Escritores de Venezuela, de la Asociación de Escritores de Italia y de la Unión de Escritores de Grecia e Hijo Ilustre de Santiago de los Caballeros, República Dominicana.

Otra de las faceta de la vida de este bardo fue como encargado de asuntos culturales en la  Embajada de Cuba en Jamaica desde 1973 a 1976.  Así como asesor del Ministerio de Cultura en el país.

Cos Causse conocía cada lugar de Santiago de Cuba y la magia que envolvía el sitio, pero la Casa del Caribe era especial porque fue “su casa”. En el patio de la Casa compartía con sus amigos las inverosímiles historias de sus ancestros para que no quedaran olvidadas, acompañado de un buen trago de ron que no le podía faltar. Allí también se le veía formando parte del consejo de redacción de la revista Del Caribe y promoviendo el trabajo de la institución, de la cual fue fundador.

Durante los Festivales del Caribe o Fiesta del Fuego presidía el Taller Internacional de Poesía “El Caribe y el Mundo”.

Jesús Cos Causse murió el 23 de agosto de 2007, desapareció físicamente; pero sigue viviendo en cada uno de sus poemas, crónicas, leyendas…  En el patio de la Casa del Caribe o en cualquier lugar del mundo donde desafío en más de una ocasión la muerte.

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