Control Sanitario de Viajeros en Fronteras

“El uso de métodos de detección sistemática en las fronteras es de vital importancia para prevenir o retrasar la entrada de enfermedades infecciosas a un determinado país”, según lo reflejado por BIBLIOMED (Boletín Bibliográfico de la Biblioteca Médica Nacional), en su número de marzo de 2015. 

El boletín reportó, que a nivel mundial casi 940 millones de viajes internacionales se realizaron en el año 2010, y se espera que para el año 2020 llegue a 1,6 billones de pasajeros, lo que puede incrementar el riesgo de importación de enfermedades transmisibles como tuberculosis, dengue, paludismo, ébola, influenza, entre otras.

Por otra parte, enfatizó el documento, que la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha establecido el Reglamento Sanitario Internacional (RSI) como instrumento jurídico que tiene por objeto ayudar a la comunidad internacional a prevenir y afrontar riesgos agudos de salud pública susceptibles de atravesar fronteras y amenazar a poblaciones de todo el mundo.

En el caso específico de Cuba, la Dirección Nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, mantiene actualizado el Programa Nacional de Control Sanitario Internacional, acorde con la situación (concreta) actual.

Su objetivo es reducir al mínimo el riesgo de introducción en el país de agentes biológicos, sus reservorios; vectores u hospederos intermediarios de las enfermedades sujetas a control sanitario internacional, así como de otras enfermedades exóticas de interés para la Mayor de las Antillas.

Dentro de las normas generales de Control Sanitario se destacan: el cierre de fronteras al tráfico aéreo, ferroviario y terrestre; la suspensión de vuelos directos; identificación, aislamiento, cuarentena o sometimiento del viajero infectado a observación de salud pública, por medio de examen médico, lo menos invasivo posibles, entre otras.