Colombia gestiona el turismo nacional a través de la protección de sus raíces

Las islas de Providencia y Santa Catalina, declaradas Reserva de la Biosfera por la Unesco, apuestan por el turismo nacional, al conservar las raíces de la comunidad raizal, que provienen de África, Europa y el Caribe.

Conservar la esencia de esta etnia es la gran apuesta de las autoridades locales, la comunidad y los operadores turísticos, que están convencidos que las dos pequeñas islas son un tesoro, una belleza de la naturaleza.

Con su mar, las montañas, los arrecifes, las historias de los corsarios, los fantasmas y ante toda la cultura raizal, que es la esencia de este territorio insular.

Los raizales son una comunidad que tiene su propia lengua y cultura desarrollada a partir de sus raíces africanas, europeas y caribeñas. Sus raíces culturales afro-anglo-antillanas que se manifiestan en una fuerte identidad cultural que se diferencia del resto de la población colombiana.

Esta diferencia es la que quieren conservar las autoridades locales y de ahí surge la estrategia del alcalde Bernardo Benito Bent William, denominada “Posada Raizal”, en donde el turista “pueda encontrar nuestro idioma, nuestra cultura y pueda conocer nuestros platos típicos”.

“El 80 por ciento del hospedaje está basado en el turismo comunitario, donde el visitante puede convivir con los raizales, vivir el día a día y conocer cómo se preparan, por ejemplo, un plato de rondón o de cangrejo negro”, comentó el alcalde a Notimex en Providencia y Santa Catalina.

Arelis Howard es una de las líderes de la comunidad que más conoce la historia de estas dos islas, y a la vez es una defensora de la “Posada Raizal” y trabaja por empoderar a sus seis mil habitantes para que entiendan que pueden ofrecer un turismo nativo, que el visitante se conecte con su cultura y la naturaleza.

“Somos un proceso histórico, somos cultura, somos medio ambiente, somos historia. Somos una isla que mucha gente no conoce porque en el mapa somos un solo punto, pero tenemos mucho qué ofrecer”, explicó.

“Descanso, tranquilidad, conexión con la naturaleza con su comunidad Raizal, que es una comunidad arraigada en su cultura, en sus espacios, con su música, ritos y gastronomía”, agregó.

Los servicios turísticos que “ofrecemos están enfocados en lo que la comunidad local le pueden ofrecer al visitante”, desde el momento que llega al muelle o al pequeño aeropuerto hasta que finaliza su estadía, que oscila entre tres y cinco días, dijo la líder social.

Pero en este nuevo enfoque turístico también están comprometidos los operadores y empresarios isleños, como es el caso de Zunny Orozco, quien vivió su infancia en Santa Catalina, residió 30 añ os en Bogotá, en donde trabajó hasta hace pocos meses en una mesa de dinero, en un prestigioso banco internacional.

Ella decidió remodelar la casa de sus padres para montar su Posada Raizal en Santa Catalina: “Miss Francias Home-Hotel Gallery”, y mantener los diseños en madera, sus colores alegres y las infaltables hamacas del caribe.