Chef Misha Moliviatis: Comer en Guatemala es "comer cultura"

La chef guatemalteca Mirciny Moliviatis, que se formó con los españoles Ferran Adrià y Karlos Arguinaño y hoy está nominada a los Gourmand International Awards por su primer libro, afirma que ahondar en el tesoro escondido que es la cocina de su país le hizo "mejor cocinera y mejor persona".

"En Guatemala comemos historia, comemos cultura", dice sobre las raíces de la gastronomía guatemalteca en una entrevista con Efe.

"Misha" Moliviatis se encuentra en Miami para presentar "Viviendo la receta Guatemala" (D'Buk Editors), libro del que se siente profundamente orgullosa, porque lo escribió ella y no alguien por encargo, pero sobre todo porque la cocina guatemalteca "no está documentada" y hacía falta este "legado escrito".

Esta embajadora de la cultura gastronómica de Guatemala, que es una de los 10 cocineros del programa Puro Chef del canal Utilísima (Foxlife), siempre supo lo que quería ser en la vida, aunque influida por amigos y familiares, que le decían que se iba "a morir de hambre" con la cocina, estudió psicología durante un año.

Su familia tiene una cadena de restaurantes de comida guatemalteca, con cuatro locales en la capital y uno en Antigua, y ella tuvo como primeros profesores de cocina a su abuela materna y a su padre, de origen griego, ambos muy buenos cocineros.

Moliviatis, que cultiva la alta cocina con ingredientes locales, no tiene su propio restaurante, pero es algo en lo que está pensando, según dice en medio de una gira que desde Miami la llevará a Kansas y luego a China.

En el gigante asiático asistirá en mayo a la entrega de los Gourmand International Awards, en los que "Viviendo la receta Guatemala" es uno de los 12 libros finalistas para el premio al mejor libro de recetas y contenido latinoamericanos.

A Moliviatis se le llena la voz de orgullo cuando habla de la cocina guatemalteca, una desconocida tanto fuera del país como para sus compatriotas que, si bien conocen los platos más comunes, en muchos casos no saben nada de los orígenes ni de los ingredientes.

Como ejemplos menciona que poca gente sabe que la vainilla es originaria de Guatemala y menos aún que en un templo maya de su país se conserva una gliptografía sobre la ofrenda del día siguiente a la creación del mundo en la que el primer alimento presentado a Dios es un tamal.

En Guatemala hay 234 clases de tamales, tantos que ni ella misma, que ha recorrido el país para empaparse de su gastronomía, los ha probado todos, según señala.

Cuando se le pide que mencione algún plato guatemalteco que le parezca relevante elige el "Kak'ik", propio de los departamentos de las Verapaces, una sopa de color marrón rojizo hecha con 18 ingredientes, pavo y chiles varios entre ellos, que tradicionalmente representa la sangre de los guerreros que defendieron a una de las culturas del país.

También se refiere al "pepián", con la semilla pepitoria entre sus ingredientes, y a los moles, que en Guatemala, a diferencia de los de México, se emplean para postres.

Moliviatis trabajó con el catalán Adriá en El Bulli, considerado durante años el mejor restaurante del mundo, y también con el televisivo Arguiñano en su restaurante de Zarautz, en el País Vasco.

Cuando terminó su formación en El Bulli, Adriá le preguntó en qué restaurante de fama internacional le gustaría colocarse, pero Moliviatis se lo pensó bien y decidió regresar a Guatemala, con su familia, y dedicarse a estudiar su gastronomía para darla a conocer.

Además de su trabajo en Utilísima (Foxlife), está a cargo de un "reality" para el canal Guatevisión en el que recorre su país con 14 cocineros que debe preparar luego platos con los ingredientes y los conocimientos de los que aprenden durante el viaje.

El próximo domingo termina una edición especial del programa hecha para chicos.

Con su libro, disponible en Amazon y del que ya se prepara una traducción al inglés, Moliviatis pretende que la gente se enamore de la cocina guatemalteca y aprenda a preparar sus platos sin complicarse la vida.

No es un libro de recetas, aunque incluye seis por capítulo, sino más bien un viaje culinario por Guatemala, con información sobre los orígenes de los platos y los ingredientes de una cocina de la que, según recuerda Moliviatis, Ferran Adrià dijo: su simpleza no le hace honor a su gran sabor.