Cada vez más caro viajar en avión en Brasil

Viajar en avión es cada vez más caro en Brasil, tras la decisión del gobierno de autorizar el aumento de la tasa de embarque en el aeropuerto de Río de Janeiro.

Lo que se espera ahora es un incremento de los pasajes, hecho que a su vez provocará que menos gente elija viajar en avión y más en cambio en buses.

A partir del 1/o de enero la tasa de embarque en el Aeropuerto Tom Jobim, de Río de Janeiro, para vuelos internacionales costará 49 reales, equivalentes a unos 14 dólares, según dispuso la Agencia Nacional de Aviación Civil.

Y para los vuelos de cabotaje esa misma tasa será de 27,8 reales, 8 dólares, en Río de Janeiro, principal destino turístico brasileño.

Por otra parte a partir de enero en el Aeropuerto de San Pablo los viajeros que realicen vuelos fuera de Brasil tendrán que abonar 50 reales para embarcar y en Brasilia el precio será de 49 reales.

El ajuste de precios también alcanza a las aerostaciones de Belo Horizonte, capital de Minas Gerais, y Natal, en el estado de Rio Grande do Norte, de la región nordeste.

El Diario Oficial de la Unión informó por otro lado que las compañías aéreas tendrán que pagar tasas más caras por el derecho a aterrizar y decolar, así como por el de permanecer en los espacios de los aeropuertos.

Esta alza podrá traducirse en un incremento de los pasajes, según estimaron algunos especialistas.

El aumento de los costos llega en un momento adverso para el mercado de aerotransporte brasileño donde la crisis económica afectó la demanda.

Algunas compañías informaron sobre una caída de sus ganancias en línea con la reducción del flujo de pasajeros.

En los nueve primeros meses del año hubo una baja de seis millones de viajeros en seis de los principales aeropuertos brasileños, entre ellos los de Río y San Pablo.

Por otra parte el gobierno autorizó a las aerolíneas el cobro a los pasajeros por el transporte de valijas, que hoy día es gratuito hasta 32 kilogramos en vuelos internacionales.

La medida fue cuestionada por entidades de defensa del consumidor y el Senado, y el gobierno anunció que tomará una decisión al respecto en marzo.

El transporte aéreo y el mercado turístico no son ajenos a una recesión brasileña estimada en un 3,5% en 2016 que se sumará a la del 3,8% registrada en 2015.

Los problemas económicos se traducirán a su vez en un menor nivel de consumo por parte de los turistas brasileños, que de todos modos se volcarán en buen número a Río de Janeiro, Salvador de Bahia y Florianópolis.

Al mismo tiempo el Ministerio de Turismo estima que este verano, que empezó el 21 de diciembre con 40 grados en Río de Janeiro, el turismo extranjero aumentará un 11%, con 2,4 millones de visitantes.

Si bien el dólar volvía a bajar este lunes, cuando se cotizaba a 3,26 reales, llegó a trepar a 3,6 reales meses atrás cuando se cerró la mayoría de los paquetes de pasajes y alojamiento en hoteles vendidos en América Latina, Estados Unidos y Europa.

Con el dólar y euro valorizados Brasil recuperó competitividad en los mercados extranjeros, al tiempo que este factor cambiario redujo el número de brasileños que optan por pasar las vacaciones en el exterior.

En contraste con el menor flujo de pasajeros en las aerostaciones se observa un importante movimiento en las terminales de ómnibus interurbanos. Ese es el caso de las terminales de Tieté y Jabaquara, en San Pablo, por donde pasaron 600 mil pasajeros este fin de semana con motivo de las fiestas navideñas, según estimaciones de la empresa Socicam, que tiene la concesión de esas terminales.

Las clases medias bajas que habían comenzado a trasladarse en avión paulatinamente regresan al transporte terrestre, conforme pierden poder adquisitivo o son afectadas por el desempleo.

Según el sitio G1, del portal de noticias del Grupo Globo, los índices de desocupación han influido en el consumo y los gastos para el período estival.

G1 publicó hoy que la desocupación trepó al 11,8 % y que 'el desempleo tiene que seguir creciendo hasta el tercer trimestre de 2017', con lo cual el año próximo podrá haber cerca de 13 millones de parados. (ANSA)