América Latina puede ser un emisor turístico hacia Rusia, asegura Zuzana Batista de Sidetours

13 de Abril de 2015 9:06pm
corresponsal
América Latina puede ser un emisor turístico hacia Rusia, asegura Zuzana Batista de Sidetours

Durante una de las sesiones de MITT 2015 conversamos en exclusiva para Caribbean News  
Digital con Zuzana Batista, quien lleva más de dos décadas trabajando el mercado de Rusia y en estos momentos forma parte de Sidetours, una compañía incoming para España, especializada en el mercado ruso, aunque también se centran en el segmento alemán.

¿Qué volumen de rusos movían ustedes y hacia qué partes de España los desplazaban?

- El volumen no era muy grande, teniendo en cuenta la tendencia de incremento, pero aproximadamente movíamos unos 30 mil pasajeros del mercado ruso, sobre todo autocadistas.

¿A dónde los llevaban?

- Básicamente a Cataluña y Andalucía.

¿Qué tiempo promedio se quedaban sus turistas?

- El promedio de estancia era de 10 noches en España. Hacían costa y ciudad. Eran siete noches de costa y el resto en ciudad, ya sea en Barcelona, Madrid o Málaga capital.

¿Cuál es el paquete promedio que compraba un turista ruso?   

- Estos paquetes son muy caros, porque hablamos de que la gente salía desde Rusia con autobús, con lo cual son aproximadamente 2.500 o 3.000 euros el viaje. Son viajes con una duración de 21 días, 19 días, son viajes largos.

¿Qué es lo que hacen desde Rusia?

- La venta se realiza en toda Rusia, se concentra a la gente en Moscú, de Moscú se envían en trenes hacia la frontera de Polonia-Bielorrusia. Allí están los autobuses que hacen las rutas, pasando por diferentes países europeos, haciendo noches, visitas, hasta llegar a España. Allí entran por el País Vasco, Cataluña, dependiendo de la ruta del circuito. Siempre hacen siete noches en costa.            

También venían en avión hasta Alemania y desde allí, en autobús, hacen un recorrido bastante más extenso que incluso abarca Portugal y Marruecos.

¿Qué origen tiene Sidetours?

- Tiene su origen en Palma de Mallorca, que es donde tenemos la oficina central y tiene un único propietario que es el Sr. Bernardo Quetglas. SideTours es una compañía con más de 40 años en el mercado receptivo en España. Básicamente siempre se ha dedicado al mercado alemán, con una cuota muy grande del mercado que recibimos, aparte de otros mercados como el inglés, escandinavo, Países Bajos.

El mercado ruso prácticamente no estaba muy andado y con la apertura de la oficina en Cataluña, que es un destino muy demandado por los rusos, pues también añadimos ese mercado.

¿Qué tipo de clientes son los que trabaja usted?          

- Cuando empezó el turismo era de gente muy rica, que pretendía cosas muy grandes, muy caras, venían con mucho dinero. Ese turismo ha ido desapareciendo, porque ya encontró otros lugares donde gastar ese dinero así como pretendía. Luego se convirtió un poco en turismo de masas, de clase más bien media-baja. Así fue prosperando hasta que empezó la crisis de ahora, propiamente dicho, y dentro de Rusia es un turismo medio-alto, dependiendo de la zona de España.      

En el 2004 yo traje al turoperador Textour, que empezó a operar en España. Dependiendo del turoperador viene un tipo de turista u otro. Esto está muy definido en el mercado. En el caso de Textour, era un tipo más corporativo, más funcionarial, porque tienen acuerdos con el gobierno. Era un turismo de gama alta, media-alta. Lo último que ha venido a España ha sido un turismo más de masas, de clase media, como puede ser Coral.      

¿Cómo definiría la situación actual del mercado ruso?

- Hay una crisis política. En Rusia están despertando mucho el patriotismo, están queriendo hacer ver al país que los ciudadanos están gastando el dinero en países que no los quieren, como pueden ser los países europeos, etc. Esto no está siendo positivo, porque le están inculcando a la gente gastar el dinero dentro del país porque así serán más fuertes y gastarán el dinero para ellos mismos, no para darle de comer a los europeos que no los quieren y desean su mal.

¿Qué ventajas encuentra el europeo o latinoamericano que quiere venir hacia Europa o Rusia?

- El país lleva unos años preparándose para trabajar como un destino receptivo, por lo cual hay mucha infraestructura que ha sido construida, preparada, favorece mucho la devaluación de la moneda a la hora de viajar para los ciudadanos que tienen tanto euro como dólar porque salen beneficiados. Todo lo que se ha devaluado la moneda es todo lo que nos ahorramos los europeos, americanos o los que tienen otra moneda para venir a Rusia.

¿Cree usted que América Latina puede ser un destino emisor hacia Rusia?

- Yo pienso que sí. Rusia tiene unos lugares preciosos para visitar. Yo he tenido la suerte de conocer todo lo que es Siberia, Baikal, el Ural. Rusia tiene tanta belleza, tanta naturaleza, arquitectura, cultura e historia que yo pienso que está por descubrir tanto por los latinoamericanos como los europeos.

¿Por qué han cerrado los turoperadores rusos?

- Ha sido un efecto dominó. El Estado tiene la intención y está llevando a cabo la idea de, en mi opinión personal, volver a controlar el flujo turístico como hace 20 años. Este es un poder como puede ser el petróleo. ¿A dónde mando a mi gente? Según quien sea mi amigo allí mando el dinero.

Pienso que todo ha sido una cadena. Esto ha servido para demostrar que la gente, por ejemplo, cuando se quedó tirada en muchos países ha sido el gobierno quien los ha rescatado. En los países europeos, cuando el cliente no había pagado, había muchos hoteles que no habían dado el alojamiento. Todo esto se demostró muchísimo y se recrearon con estas historias de las quiebras de los turoperadores y los turistas tirados en países europeos.

El Estado los salvó, pero realmente no fue el Estado, sino la garantía que pagan todos los turoperadores al fin y al cabo. No es un seguro, sino que es como un impuesto que pagan los turoperadores en caso de cierre. Se ha vendido como que el Estado ha rescatado a toda esta gente en los países europeos sobre todo, porque casi todos los turoperadores que han quebrado coinciden que trabajaban con países europeos. De esta forma se ha ido hinchando más la bola.

¿Cuál puede ser el resultado final de bajar precios, como en España, para atraer más turismo ruso?

- Pienso que realmente en España para el mercado ruso no se está bajando el precio al final. Los hoteles tienen unos costos, unos precios y los están manteniendo. Es verdad que del ruso se ha abusado mucho, ciertamente se ha abusado porque trabajan un temporada muy corta y han tenido un precio más elevado que el resto del mercado.

La gente tiene que reinventarse, sobre todo las zonas que dependían mucho del mercado ruso, y salir a la conquista de nuevos mercados. De hecho, eso es lo que se está haciendo.

¿Cree usted que ahora el turismo de alto poder adquisitivo ruso volverá a brillar, puesto que estaba opacado por el turismo de clases medias?

- Creo que no. Yo tengo muchas amistades con poder adquisitivo muy alto y sí puede ser que vengan a España. En Rusia ahora mismo te sale muy barato vivir y comer bien. Esta es la diferencia. Yo tenía amigos que venían siempre a pasar fin de año en Barcelona y este año me han dicho que les sale mucho más barato quedarse en casa y comer en el mejor hotel de la ciudad en vez de ir a España. Siempre había sido al revés.

Desde el punto de vista emisor hacia América y el Caribe, ¿cómo cree que va a reaccionar el mercado ruso después de la psicosis de la quiebra?

- Yo pienso que son mercados que están por abrir. Al mercado ruso le encanta Latinoamérica, España. La cosa está mal, pero hacer tres o cuatros semanas se nota una alegría en cuanto a reservas recibidas. Sin embargo, he hablado con muchos turoperadores y me han dicho que Francia está acabada, la emisión hacia Francia ha caído enormemente.

Dentro de lo malo, España no ha caído como Francia. Por ejemplo, en estas tres o cuatro últimas semanas hemos estado recibiendo reservas del mercado ruso. Ha sido muy positivo el aplazamiento de la obtención de la huella biométrica hasta septiembre para poder salvar esta temporada y pienso que nunca va a ser igual. Ahora tendremos unos años malos, pero no es que vayamos a perder al ruso del todo.                            

¿Qué es lo que un turista ruso busca en un destino? ¿Servicio, precio, calidad, confort, novedad?                      

- No diría novedad, porque tenemos muchos clientes repetitivos. En la zona de Costa Brava, Costa Dorada tenemos un gran número de visitantes repetitivos. Yo creo que es la comida. El servicio no brilla enormemente, pero sí les gusta nuestra alegría, la luz que hay, la alegría que transmiten las personas.

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