Isla Colón, un paraíso donde el tiempo pasa volando

21 de Septiembre de 2014 1:46pm
corresponsal
Isla Colón, un paraíso donde el tiempo pasa volando

La Isla Colón es un paraíso en el mar Caribe panameño. Con una superficie de 61 kilómetros cuadrados, es la isla más grande de un archipiélago en Bocas del Toro, y posee selvas con abundancia de flora y de fauna, playas que compiten con las mejores del Caribe, arrecifes de coral en aguas transparentes, isletas de mangle, comunidades indígenas ngobe y naso, y una Reserva de la Biósfera que protege los ecosistemas y recursos naturales existentes.

Situada al noroeste de Panamá, en el Mar Caribe, y al sureste de la ciudad de Bocas del Toro, Isla Colón permite llegar por avión, o por un ferri que la une con la ciudad de Almirante, en tierra firme.

Allí encontramos la playa Bluff, de 1,5 km de largo, que se destaca por sus arenas doradas, y excelentes olas para practicar el deporte del surf.

Boca de Drago, ubicada al oeste de Isla Colón, es otro lugar muy visitado, sobre todo por sus opciones de comida. En el camino la visita a La Gruta o la Cueva de los Murciélagos es una parada obligatoria, pues en su interior se encuentran hasta tres variedades de esta especie, además de las clásicas estalactitas y estalagmitas.

A 15 minutos de allí está ubicada Playa Las Estrellas, y a pocos metros caminando desde el centro del pueblo encontramos Playa La Cabaña o La Feria, donde se realiza la Feria del Mar en septiembre, un festival que ofrece exquisitos platos de mariscos, y es famoso por las competencias en deportes acuáticos, torneos de pesca y presentaciones artísticas.

En esta superficie que no llega a los 100 kilómetros cuadrados están también Playa Tortuga, Mango Pauch y La Coralina, la primera con el primer resort de playa de Bocas.

Alejada de la ciudad capital, en el otro extremo de Panamá, pero con fácil acceso aéreo y terrestre, Isla Colón cuenta hoy día con hoteles, restaurantes, centros de información turística y diversos lugares de entretenimiento y bares para la comodidad del visitante.

El ambiente es simplemente caribeño. La música está siempre presente y los mariscos preparados con leche de coco son una exquisitez. Los miles de turistas que visitan la isla en el año, muchas veces deciden quedarse más días ante la cantidad de atractivos que no pueden ser disfrutados en poco tiempo. 

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